viernes, 11 de mayo de 2007

S.O.S. MADRID

Por favor, que alguien acuda en ayuda de esta ciudad. Se ha convertido en algo insoportable, incluso intolerable. Madrid siempre ha estado en obras, llena de andamios, zanjas y socavones (ya lo dijo Dani de Vito: avísenme cuando encuentren el tesoro y volveré) pero desde que Álvarez del Manzano se dejó llevar por sus impulsos tuneladores, la ciudad vive una pesadilla que no parece tener final.


Todas estas obras que ahora se inauguran a bombo y platillo culminan un infierno de cuatro años llenos de incomodidades y ruido. Alguien ha decidido que ha llegado la hora de realizar cambios en la ciudad y no se han molestado en recabar la opinión de la mayoría: ni de la oposición, ni de los especialistas, ni de los agentes sociales ni, por supuesto, de los vecinos. Con el agravante añadido de que han dejado la ciudad hipotecada económicamente durante, dicen, treinta años.


Sin embargo, nadie cuantifica el coste económico para las empresas y los vecinos de Madrid. ¿Cuánto dinero hemos despilfarrado en gasolina, retrasos, tapones de cera y psicólogos? ¿Cuántas horas hemos pasado atrapados en los atascos? ¿Cuánta violencia y agresividad derivada de ellos hemos tenido que soportar? ¿Cuánto nos ha costado realmente este infierno de cuatro años?


Pero lo peor es que los políticos siguen sin pensar más allá de las próximas elecciones, incapaces de planificar nada que no sea a cuatro años vista. Las constructoras, ya sean de viviendas o de obra pública, parecen ser los amos del lugar. Los especuladores campan a sus anchas. Y sobre las obras ahora terminadas se volverá en cuanto pasen las elecciones. Para construír variantes, modificaciones, arreglos de chapuzas y todo eso a lo que desgraciadamente estamos tan acostumbrados los madrileños.


Ojalá aparezca alguien algún día con un plan para cambiar Madrid de verdad. Para transformarla en una ciudad más humana, a la medida de las personas y no de las grúas. Que se destierren los coches de una vez, que es la única manera de que los transportes públicos funcionen y de que la calle sea para las personas. Si alguien planea hacer una ciudad para los ciudadanos, que cuente conmigo.


Y tú, ¿qué opinas?


4 comentarios:

Alejandro Marcos dijo...

Es verdad que las obras son un horror interminable pero tambien es el precio por la transformacion hacia una metropoli. España estuvo aislada al exterior por mas de 40 años. Ahora Madrid apura el paso para estar al nivel de lo que es: una capital europea. Esas obras generan empleo, inversión, y cuando terminadas cambiarán la faz de la ciudad. He vivido en grandes ciudades, Nueva York, México y Londres. El empuje y renovación de Madrid la convertirán en uno de los mejores lugares del mundo, por eso la he elegido para vivir aqui.

Alicia Martinez dijo...

hola, me han mandado un link con tu blog y me parece que has dado en el clavo. Todos pensamos eso , pero me alucina que siga ganando las elecciones el mismo partido que nos lleva a la ruina una y otra vez.Madrid desaparece...no estoy de acuerdo con lo que pone Alex,que Madrid sea una metrópoli no quiere decir que se convierta en una ciudad invivible. Hay otras formas, sobretodo en las que prime el bienestar ciudadano. Se está perdiendo su esencia, y eso a la larga lo vamos a pagar todos.
un saludo
alicia

DavidM dijo...

da igual. en el fondo, los que criticáis lo hacéis por antippsismo, y los que os parece bien, por proppsismo. es el problema de este país, las cosas no están bien o mal, las cosas son según el partido que las pone en marcha.

Julio Castelló dijo...

Disiento, deivis. Creo que lo fundamental es pensar. Y se puede pensar siendo de un grupo, de un partido político u otro, o de ninguno. Lo que no puede, no debe hacerse es meter la cabeza bajo tierra (bajo una zanja en este caso) porque 'todo es inútil'.
Y a Alex decirle que ojalá Madrid no se convierta en una "gran" ciudad como New York o México o Londres... Esas Megaciudades que deshumanizan la vida sobre la tierra, donde el vecino no mueve un dedo por el vecino, donde antes de salir a la calle el amigo se despide con un "take care" ("ten cuidado"), donde hay que andar armado porque quién se fía de nadie... Y donde, como muestra el vídeo, cualquier político megalómano decida 'en favor de la ciudadanía' (a la que no se pregunta ni se escucha ni se tiene en cuenta) hacer de la urbe un monumental solar para enriquecimiento de... los de siempre. Como si no hubiera otras prioridades infinitamente más urgentes: educación, salud, cultura (la cultura es vida), seguridad...